martes, 20 de mayo de 2008

Causas globales del encarecimiento mundial de los alimentos.

Algunos de mis compañeros y yo hemos visto en este tema una fuente de reivindicación tras habernos sido expuesto, más o menos, de la manera que a continuación paso a citar por el profesor Moisés Hidalgo Moratal. Este profesor, bien conocido por todos los estudiantes de economía de la Universidad de Alicante, nos introdujo en el estudio de este vital tema desde cuatro puntos de vista:
  • Biocombustibles
  • Cambio climático
  • Aumento de la demanda de alimentos debido a los países emergentes (China e India)
  • Procesos especulativos en los mercados de commodities (mercado de Chicago de materias primas)

Para hacer esta entrada, he utilizado este esquema y me he esforzado en buscar información relevante sobre cada uno de sus cuatro puntos. Seguidamente paso desarrollarlos.

El relator de la ONU para el Derecho a la Alimentación, Jean Ziegler, que ofreció una rueda de prensa en Ginebra, aseguró que los biocombustibles son 'un crimen contra gran parte de la Humanidad, algo intolerable' pues la transformación masiva de alimentos para este fin ha provocado la escalada de los precios de productos básicos para la supervivencia de millones de personas. Según datos de la FAO (Fondo de la ONU para la Agricultura y la Alimentación) citados por Ziegler, en el último año el precio de los cereales, especialmente el trigo, ha aumentado un 130% ; el del arroz un 74%, el de la soja un 87% y el del maíz un 53%. La media de aumento del índice alimentario de la FAO, con vegetales, frutas y otros productos, es del 48%. Por ello, abogó por una moratoria total e inmediata durante al menos cinco años en la producción de biocarburantes. Sobre los biocombustibles dijo entender que hay que luchar contra el cambio climático 'pero sin matar a la gente de hambre', y abogó por potenciar el transporte público y otras fuentes de energía, como la eléctrica. En concreto, ha criticado a EEUU, que dedicó el año pasado un tercio de su cosecha de maíz a bioetanol, y a la UE, por su directiva según la cual en 2020 un 10% de su combustible debe venir de los biocarburantes, para lo cual, tendrá que importar productos agrícolas de África, "que ya está golpeada por el hambre".

El cambio climático afectará de forma directa a la disponibilidad futura de alimentos y dificultará aun más el poder alimentar a la creciente población mundial, según afirmó la FAO. El representante de la FAO en Kenya, Castro Paulino Camarada, subrayó que es necesario prestar mayor atención al impacto del cambio climático en la agricultura, la silvicultura y la pesca, así como en las medidas para adaptarse y mitigar sus efectos. Conseguir fortalecer la resistencia de los sistemas agrícolas a las variaciones del clima es una de las prioridades de la FAO. Aseguró también que la contribución más eficaz de la FAO para la adaptación al cambio climático consiste en proporcionar a los países los instrumentos e información para transformar sus políticas y prácticas agrícolas, pesqueras y forestales. Aquí se incluyen los datos agrometeorológicos para evaluar el impacto de la climatología extrema, las herramientas para evaluar la vulnerabilidad, los mapas de cubiertas vegetales, la evaluación de los recursos agrícolas y forestales a nivel mundial, y la orientación sobre el desarrollo de medios de subsistencia rurales.

Podemos reducir el 70% y el 80% de las emisiones cambiando los hábitos alimenticios y de compras compulsivas. Tenemos la percepción de que sólo contaminamos viajando y gastando energía en casa, y culpamos del resto a las fábricas. Pero somos nosotros los responsables finales, porque consumimos lo que las fábricas producen. No estoy sugiriendo dejar de comprar, sino decidir cómo hacer un buen uso de nuestro dinero, para así colaborar, en la medida en que se pueda, contra el cambo climático.

Asia crece, especialmente China e India, países donde la demanda de alimentos ha aumentado en los últimos años. ¿Qué efectos podría traer ello?. Esta creciente demanda de alimentos por parte de estas dos grandes bocas mundiales van a producir un aumento "significativo y duradero" de los precios del sector. Según declararía Peter Brabeck en el "Financial Times", el aumento de los precios de los alimentos no es sólo el reflejo de factores temporales sino cambios en la propia estructura de la oferta y la demanda, por lo que tendrán efectos "duraderos".

Commodity significa en castellano mercancía, un producto destinado a uso comercial. Al hablar de mercancía, generalmente se hace énfasis en productos genéricos, básicos y sin mayor diferenciación entre sus variedades, como puedieran ser de los que en este post se habla: maíz, arroz, etc.

Según el FMI son factores financieros, como la debilidad del dólar y la baja de la tasa de interés, cruciales para entender los vaivenes del mercado de commodities. A su vez, señaló que al esperarse una desaceleración en el crecimiento económico global, “las cotizaciones de la mayoría de los commodities declinarían este año y en 2009”. No obstante, advirtió que “a menos de que haya una ralentización global pronunciada, la extensión del alivio de la escalada de precios será pequeña”. De todos modos, concluyó que en las últimas crisis globales, los precios de las materias primas declinaron ampliamente. Finalmente, el FMI dejó en claro que los países en desarrollo, en gran medida responsables directos del ascenso de la demanda internacional de commodities, se han visto menos afectados por la desaceleración económica.

Aún así, otro de los rectores globales, el Banco Mundial, se niega a abandonar las teorías liberales de Adam Smith y descarta intervenir de momento en el mercado internacional de alimentos a pesar de que es consciente de que la fuerte carestía de los productos básicos como el arroz que amenaza la subsistencia de millones de personas continuará durante años.

Para Juan José Daboud, uno de los dirigentes del organismo, el mercado ha salido intacto de la crisis de precios y está funcionando, por lo que no ha perdido su capacidad para arreglar estos desajustes por sí solo, aunque habrá que esperar, ha advertido. "No es cuestión de semanas ni meses, el ajuste puede durar dos o tres años" y ha defendido que "es mejor tener un mercado imperfecto que un perfecto burócrata decidiendo por otros".

Y eso a pesar de que Daboub, antiguo ministro de Economía y Finanzas de El Salvador, no es ajeno a que cien millones de personas se han visto abocadas a la pobreza durante los últimos dos años debido a la fuerte carestía de las materias primas y los alimentos.

Asimismo, ha recordado que el hecho de que el precio de los productos básicos se haya duplicado durante los últimos tres años equivale a perder siete años en la lucha contra la pobreza, según los cálculos del organismo internacional.

Jean Ziegler dijo que la especulación que 'es responsable del 30 por ciento de la explosión de los precios', especialmente la Bolsa de Valores de Chicago, donde los fondos de productos básicos dominan el 40 por ciento de los contratos.

De este lado y a pesar de descartar una intervención en los mercados, Daboud ha admitido que "la velocidad a la que se han encarecido los alimentos es alarmante". Y ha dado cifras: en términos constantes -descontada la inflación-, el precio del arroz está en su nivel más alto desde la crisis de mediados de los 70". En cualquier caso, para el directivo, la solución pasa, tal cual diría Smith, por aumentar la oferta incrementando la producción de alimentos mundial".

La era de la comida barata ha acabado, y surgen por ello interesantes oportunidades para las áreas productoras, pero ello origina una perturbación global más intensa de lo que nadie hubiese esperado hace tan solo dos años. Como conclusión, entendemos que el sector agrícola puede ver en sus carnes una revolución similar a la que tuvo lugar en oriente medio a partir de la crisis del petróleo de 1973.

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